lunes, 29 de octubre de 2012

ausencia

La evocación fragmentada y acrónica del pasado, desde los recuerdos infantiles en el campo hasta el simulacro de la gloria y admiración mundanas, alterna con fogonazos de belleza deslumbrante: la imagen casi desvanecida, pero antaño real y bien real, de la mujer que amó sin compartir con ella el lecho, y hoy -en el presente narrativo novelesco- una mera silueta, apenas una sombra: "admirado, incluso en el recuerdo, de que tal belleza hubiera existido y de que posada en el rostro humano como un vapor ligero, nacida de la inmortalidad, del hálito de la inmortalidad, la luz emanase de él sin cesar, resplandor y extinción distantes y familiares, sonrisa nocturna próxima y lejana, marchitable como la alheña blanca, delicado tejido que vela su ausencia real".






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